
Hay dos cosas para las que sirve un negro. Una es para boxeador. No me acuerdo de la otra.
Boyd era la promesa local. Según Mannie, su entrenador, podía llegar a campeón del mundo.
- Mueve ese culo, Boyd!!! Muévete, hijo de puta!!!
- Buenas, Mannie - dije
- Buenas, Mesías.. Que te trae por aquí?
- Me he enterado que Boyd pelea contra Marium “Kung Fu¨ Uris el viernes. Vine a poner doscientos a su favor..
Boyd se paró en seco. Le pegó una piña al sparring que lo sentó de culo en el suelo, y preguntó, entre dientes.
- Ez a favod miod o de Udis?
- A favor tuyo, imbécil. Sácate el bozal para hablar.
- Muchad graciad, Mesíad?
Doscientos no es una gran suma. Sobretodo, si se tiene en cuenta que Boyd tiene prácticamente la pelea ganada.
La historia de Boyd ha sido triste. Su madre y sus ocho hermanos vivían en la calle 42, debajo del alero de una fábrica. Con el tiempo, Boyd, (el mayor) ha trabajado de cualquier cosa que cupiese, y ha ayudado a su madre y a sus hermanos. Han logrado salir adelante. Se ha mudado a la calle 45, a una casa abandonada.
- Pégale, Boyd, dale.
- Asid?
- Si, motherfucker, mátalo...
El sabor de los puños de Boyd es algo que prefiero perderme. Los huesos de los rivales suenan a podrido.
- Come on, negro. Vamos a tomar una copa.
- Como digas, Mesías.
Nos fuimos al Personal Jesús .Allí hubo que tomar una mesa apartada, a los clientes matones de Jesús, el mexicano, no le gustan los negros, y menos, si no se bañan después del entrenamiento.
- Con esta salvo a mi familia, Mesías. Con esta puedo llegar a tener una casa, auto, algo de dinero en el bolsillo
- Con esta puedes tener problemas, Boyd.
- Como dices?
- Wilkins apostó muy fuerte en tu contra. No puedes ganar. Ni siquiera lo intentes. Caes en el tercero, y te revuelcas como si te hubiese jodido un caballo.
- Pero Mesías, mi carrera es el box.
- Si no te tiras, no tendrás vida para correr carreras.
- Pero, como haré?
- Tírate en el tercero… Te fijas como… Aquí tengo mil dólares para dejarte. Te esperan dos mil si te tiras. O un cajón blanco si no lo haces.
- Por que blanco?
- Para diferenciarte, negro.
La noche de la pelea, estaba nervioso. Mejor dicho, la noche de la pelea, estábamos nerviosos. Wilkins, Rita, yo, Boyd, todos. Wilkins porque sabía que las apuestas pagaban cuatro a uno, Rita porque no se había puesto bragas, Boyd porque tenía que perder, y yo porque tenía una leve molestia en el culo.
Cuando la pelea empezó Boyd quiso pegar, pero vio mi cara desde los asientos. Marium empezó a trabajarlo, su golpe favorito y más efectivo era el golpe de conejo, detrás de la oreja. Marium tiene los brazos cortos, con lo cual, cualquiera que ha dado un golpe sabe que pelearle a Manos Largas Boyd de cerca es un suicidio. Boyd reaccionaba tímidamente, hasta el más idiota sospechaba que la pelea estaba entongada.
Boyd no sabía fingir. El segundo round fue igual al primero, pero con el agravante de que Boyd fingía cansancio en las piernas. Y se notaba. Parecía cojo de ambas piernas.
El tercer round fue la muerte. Digo, la sentencia de muerte de Boyd. El muy estúpido en lugar de caer al suelo, creyó que estaba en una road movie, y empezó a sacudirse como una marioneta sobre el ring, y cayo, estrepitosamente, estirando y contrayendo las piernas, como Shemp en los "Three Stogees".
La gente salto de las gradas, dispuesta a dejar a ambos boxeadores K.O. Un tipo me dijo que la pelea estaba tan arreglada que la tetona que paseaba los carteles entre los rounds podría haberla ganado. Los jueces dictaminaron que era nula.
Boyd murió de tres balazos hoy a la mañana. Hay dos cosas para las que sirve un negro: una es para boxear, de la otra no me acuerdo. Pero seguramente, no se trata de actuar.
pedro este mesías es pariente del Cristo?
ResponderEliminarEs un primo.
ResponderEliminaramo a esa familia
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